La filatelia como experiencia mercantil y de atesoramiento

05.08.2021
"Le Philateliste", de François Barraud (1929)
"Le Philateliste", de François Barraud (1929)

"Nueve reinas" es un exitoso filme argentino escrito y dirigido por Fabián Bielinsky, que se estrenó en Buenos Aires en el año 2000. La trama principal de la obra gira en torno a dos estafadores que intentan llevar a cabo un sofisticado plan destinado a engañar a un acaudalado empresario español quien regresará al día siguiente a su país. El empresario es, además, un reconocido filatelista a quien el dúo de estafadores intentará venderle, en casi medio millón de dólares, una copia falsificada de una valiosísima serie de sellos postales emitida por la República de Weimar: las "nueve reinas". 

Más allá de cómo prosigue el argumento y cuál es el desenlace, nos importa destacar aquí que la ficción narrada en el filme resulta muy creíble para el espectador porque, desde siempre, existe una extendida y común opinión proclive a considerar que ciertos objetos de colección constituyen excelentes bienes para ser atesorados. Los sellos postales, por ejemplo, cumplen con esta caracterización y de allí la verosimilitud del guion cinematográfico. 

También importa, al objeto de este artículo, explicar cómo funciona un mercado acotado y específico -el de la filatelia- en el que las transacciones se basan con mucha frecuencia en la libre concurrencia de vendedores y compradores; concurrencia que está basada en el acceso aceptablemente igualitario de los actores implicados a importantes fuentes de información que, si bien se producen "por afuera" del juego específico de la oferta y la demanda, son consideradas transparentes, simétricas y confiables por estos mismos actores. 

En la actualidad, y al igual que lo que ocurre con otros objetos coleccionables, la filatelia es una afición que, en las últimas décadas, ha perdido difusión e interés por parte del público. Hasta hace medio siglo atrás, "juntar estampillas" era una actividad muy frecuente y extendida entre niños y adolescentes. Incluso algunos de ellos -con la dedicación, el tiempo y los recursos suficientes- se convertían con los años en reputados coleccionistas. 

Hoy en día, gran parte de la actividad tradicional de los correos oficiales ha sido ya completamente reemplazada y desplazada por aplicaciones informáticas -en el caso de los envíos de textos y gráficos convertidos a formatos digitales, incluidas las transferencias de dinero por medios electrónicos- o bien, cuando se trata de enviar artículos "físicos" de un punto a otro del planeta, actividad que hoy llevan a cabo de una manera más eficiente las empresas que proveen servicios logísticos personalizados de acuerdo con las necesidades de cada tipo de cliente. En cualquiera de los casos, se ha prescindido del uso de los sellos convencionales haciendo que, hoy en día, las emisiones postales hayan disminuido sensiblemente.

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