Bienvenidos a aRMAd,

Y sí... no soy la primera ni la única persona en este mundo que tiene un apellido difícil de escribir y pronunciar. Para colmo, mucha gente -a la que no le quito motivos- suele confundir mi segundo nombre con un apellido. 

Veamos: Rubén no encierra ningún misterio y, por cierto, es un nombre bastante común: aun así, mucha gente me llama RÚben. Pero mi segundo nombre es Manasés -un nombre hebreo que representa a una de las doce tribus de Israel- y mi apellido (Achdjian) se pronuncia "Achjian", como si la "D" fuera muda. 

Esta complejidad denominativa  me ha acompañado durante toda mi vida de modo que, al pensar en diseñar mi página web, tuve que tener muy en cuenta estos aspectos que aquí comento y que, para otras personas, no representan ninguna dificultad o ni reparan en ello. 

Dando vueltas alrededor de muchas alternativas y sugerencias, finalmente di con la palabra Armad que, en armenio significa "raíz" y que, en mi caso, me servía de inmejorable acrónimo. Decidí entonces que este fuera el nombre para mi archivo digital, allí  donde estoy guardando mis textos pasados y futuros, mis dibujos y mis mejores fotografías.

Como les decía, Armad me pareció el nombre más adecuado para este sitio: tengo para mí que la raíz es el origen de toda construcción que pretende elevarse en altura, se trate de un árbol, de una identidad o de una obra arquitectónica: recordemos que la palabra "cimiento" -que no es otras cosa que la raíz de una edificación- guarda mucha similitud sonora con la palabra "simiente", semilla.

Resumiendo: estoy por cumplir 58 años. No soy joven pero convengamos que, según los cánones del mundo actual, tampoco soy un viejo. De mi vida puedo decir que he leído, escrito, visto, escuchado y obrado muchas cosas. De muchas me enorgullezco -y están aquí archivadas-, y de las restantes... procuro olvidarme cada día y, de ser necesario, pedir las disculpas pertinentes a quien corresponda en cada caso.

A través de Armad pretendo dar cuenta de mi vida: de la pasada, de la presente y de la que me quede por vivir. Y compartirla con ustedes, ocasionales lectores.

Hoy es viernes 30 de abril de 2021 en Buenos Aires. Luego de un año interminable, la pandemia sigue azotando al mundo. 

Este es el tiempo incierto y, al mismo tiempo, esperanzado que deben transitar a todas las generaciones de humanos a las que nos ha tocado compartir la vida en este planeta.

Mientras giramos el picaporte de la historia para adentrarnos en tiempos y lugares que jamás hemos transitado, les dejo estos textos e imágenes para quien crea que puedan tener algún valor.

Bienvenidos a Armad